DIGNIDAD HUMANA
La dignidad del hombre, de la persona, es el canon supremo de interpretación jurídica en un Estado de Derecho y la finalidad a que debe sujetarse la tecnología. Ese individuo -cada varón, cada mujer, en cualquier etapa de su desarrollo- es el portador de la dignidad entera de la humanidad. En efecto, en el ser humano concreto, en su dignidad, en su ser personal, encontramos la condición de absoluto, o de referente de cuanto hay, acontece y se produce en el universo.
El hombre y los derechos del ser humano, que se hacen reales en cada hombre, en cada mujer, son la clave del marco que queremos construir. Sin embargo, a causa del funcionalismo y la dominación de la tecnología la realidad que estamos alumbrando discurre por los cauces de lo formal, lo tecnológico-procedimental, sin vida, sin alma, y ahí están las consecuencias, a la vista de todos. La dignidad personal del hombre, del ser humano, el respeto que se le debe y las exigencias de desarrollo que conlleva constituyen la piedra angular de toda construcción civil y política y el referente seguro e ineludible de todo empeño de progreso humano y social. Algo que se olvida por momentos y bien que lo sufrimos.
Jaime Rodríguez-Arana
@jrodriguezarana