La formación, bien lo sabemos, es para toda la vida. La formación no termina nunca. Quienes nos dedicamos a la docencia bien sabemos que tenemos que estar al día y prepararnos concienzudamente para cada clase, para cada conferencia, haciendo el esfuerzo de ponernos en la posición de quienes nos escuchan. Por eso, la formación del profesor, aunque tiene una vertiente personal que cada docente desarrolla con plena libertad y responsabilidad, conforma también una parte integrante de la política educativa que han de realizar las autoridades en la materia.
La OCDE, en un reciente informe, Education Policy Outlook, señala que el incremento de la calidad de la educación depende de la calidad de la selección y formación de los profesores. Es este un punto en el que hay una sorprendente unanimidad en los países de esta Organización Internacional. Hasta el punto de que las reformas implementadas en la política educativa se centran en el profesor y, en menor medida, se trabaja sobre aspectos relativos al ambiente educativo en las aulas o al gobierno de los equipos directivos.
En esta cuestión encontramos diferentes opciones y posibilidades. Francia y EEUU, por ejemplo, se concentran en los programas para asegurar la preparación inicial de los nuevos maestros. En otros casos, Noruega, Suecia e Israel especialmente, se han diseñado programas para premiar, a través de incentivos salariales y matrículas gratuitas en maestrías, a los mejores profesores. En Finlandia se asigna financiación pública a los proveedores de formación para profesores con gran éxito pues el número de profesores que participan en estas actividades se ha multiplicado por dos en cuatro años.
En fin, por estos lares, sabemos el tipo y la calidad de la formación del profesorado que se estila, sabemos la motivación que existe en el sector, y, sobre todo, comprobamos a diario los estímulos existentes para que muchos docentes se animen a seguir estos cursos y estas capacitaciones. En unos países se promueve la excelencia, en otros se prima la mediocridad. Claro, así unos países ocupan el lugar que ocupan en los rankings y otros seguimos en el vagón de cola.
Jaime Rodríguez-Arana
@jrodriguezarana
La página web de Jaime Rodríguez - Arana utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Asimismo puedes consultar toda la información relativa a nuestra política de cookies AQUÍ y sobre nuestra política de privacidad AQUÍ.