Las reflexiones y comentarios sobre la relevancia de las personas, sobre la calidad de vida de los ciudadanos en el sistema político, económico y social pone de relieve la necesidad de proceder a cambios y transformaciones que no llegan mientras, por el contrario, observamos entre sorprendidos y decepcionados la escalada de polarización que subraya las cuestiones tecnoestructurales e ideológicas.

 En efecto,cuando las personas son la referencia del sistema de organización político, económico y social, aparece un nuevo marco en el que la mentalidad dialogante, la atención al contexto, el pensamiento reflexivo, la búsqueda continua de puntos de confluencia, la capacidad de conciliar y de sintetizar, sustituyen en la substanciación de la vida democrática a las bipolarizaciones dogmáticas y simplificadoras, y dan cuerpo a un estilo que, como se aprecia fácilmente, se distingue fundamentalmente por entender la acción política como un ejercicio de mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.

Para la política ideologizada lo primordial son las ideas, para la política moderada lo fundamental son las personas. Se afirma con frecuencia que “ todas las opiniones son respetables”. Aunque entiendo el sentido de la expresión cuando se emplea como manifestación de fe democrática, no puedo menos que asombrarme ante la constatación permanente de la inmensa cantidad de afirmaciones poco fundamentadas que cada día desde distintas termnales se emiten y reclaman patente de corso, muchas de ellas para sembrar dscordia y resentimiento.  Sin embargo, propiamente, a quien es debido el respeto es a la persona. Y para expresar la fe democrática ante las opiniones, me parece más acertada la formulación de aquel político inglés que rechazando desde la raíz las convicciones de su rival, ponía por encima de su vida el derecho del contrario a defenderlas.

No son las ideas, aún siendo fundamentales, las que enriquecen la vida política, sino las personas que las sustentan. No están en los grandes sistemas de ideas las soluciones a los variopintos y multiformes problemas con que se enfrenta la noble actividad de la política,  sino en la prudencial aplicación de los criterios de análisis a cada situación concreta, y esta aplicación sólo será prudencial si tiene en cuenta a las personas y si tiene presente la función instrumental de todos los sistemas de ideas sociales y políticas. Si se pensara más en las personas y menos en las tecnoestruras….

Jaime Rodríguez-Arana

@jrodriguezarana