El respeto y promoción de la autonomía creativa del alumno y la primacía de la metodología están en la base de los magros resultados educativos que nuestro país cosecha año a año en los informes PISA. Sin embargo, este año el informe , centrado en la figura del profesor, refleja la escasa colaboración que reina entre los docentes, poco preocupados de mejorar su actividad profesional a base de dialogar y compartir experiencias con sus colegas.
Tal situación, que se debe a múltiples factores, debiera estar presente en el pacto educativo, un pacto que debe recuperar el protagonismo del profesor en la tarea educativa. En efecto, un sistema educativo vale lo que valen sus profesores. Por eso, todo lo que sea fomentar y promover la mejor preparación de los profesores y la colaboración entre ellos, el trabajo en equipo, es fundamental. Que se mejore la calidad de las clases o que se faciliten lecturas para los profesores, por ejemplo, es capital para la motivación del profesor y para que éste disponga de la necesaria auctoritas que le permita transmitir los conocimientos de la materia que imparte de la mejor forma posible. Y también, que se promuevan espacios de colaboración entre los docentes, más allá de la asistencia a las clases de sus colegas, donde compartir técnicas y métodos docentes.
Finlandia, como es sabido, suele ocupar los primeros puestos del ranking del informe PISA a causa del sistema de selección del profesorado. Los profesores de primaria y secundaria son escogidos de entre los graduados con mejores expedientes académicos, de entre licenciados que tienen muy buena base y que acumulan, gracias a las lecturas, una muy buena cultura general. Se valora mucho para la selección la capacidad de expresión y suelen pasar varios años rodeados de alumnos inteligentes y motivados, lo que aporta un gran dinamismo al proceso del aprendizaje. El plan de estudios que siguen los futuros profesores es de alto contenido y es impartido por los mejores profesores. Es decir, Finlandia, cuida, mima, la preparación de los profesores porque son conscientes de la importancia que tiene la educación para el desarrollo de un país.
En España, como sabemos, el ambiente de poca autoridad en el aula y las lagunas detectadas en la formación académica de los estudiantes de pedagogía explican también los malos resultados de la educación en nuestro país. En Finlandia, los alumnos que no van bien en las materias instrumentales reciben durante los dos primeros años un apoyo intensivo que en general resulta positivo. Entre nosotros, sin embargo, el abandono escolar sigue siento muy alto y la desigualdad educativa es una dura realidad.
En Finlandia, el nivel de las clases es alto y por ello el nivel general de los alumnos aumenta, incluso el de los más desventajados. En el país nórdico no son necesarias tantas horas extraescolares como por estos pagos.
En fin, si se atendiera más al profesor, a la profesora, y se le ayudara realmente a mejorar la calidad de su trabajo, desde la motivación hasta la preparación de la clase, fomentando el trabajo en equipo, seguramente otro gallo cantaría. Sin embargo, seguimos prendidos de dogmas y prejuicios muy difíciles de superar porque conforman el espacio de privilegios del que gozan ciertos sectores. PISA 2017 nos recuerda la centralidad del profesor y la importancia del trabajo en equipo entre los docentes. Donde existe mejora la calidad educativa. Tomemos nota.
Jaime Rodríguez-Arana
@jrodriguezarana
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